Tengo tantos pajarillos volando en mis ideas, papelitos que se lleva el viento. A veces blancos, a veces negros, pero en su mayoría van en gama de colores. No me concentro, ni duermo. En mis sueños esos mismos pajarillos son fantasmas, secuestradores de los deseos del alma.
Tengo una consciencia bajo el cielo, un grillito susurrando a mi oído. A veces despierto, a veces dormido, pidiendo de a gritos alivio. No me concentro, ni duermo. Estas noches tras haberla ignorado, me ha contado que le he herido.
Tengo un amor al otro lado del oceano, un compañero de batallas. A veces en memorias, a veces en anhelos, esperando justo ese momento. No me concentro, ni duermo. En mis sueños ese mismo amor ha regresado, y me acompaña de la mano cada mañana.