Cómo quisiera vivir en una de esas películas donde todo tiene solución, donde sabes que pase lo que pase, hay un final feliz. Pero acá en la vida real, las cosas no son fáciles, las batallas con los fantasmas en la mente son cansadas. Tener un logro cuesta mucho más trabajo de lo que uno se imagina. No es fácil.
Cómo quisiera haber nacido en un tiempo más sencillo, en una familia más madura y unida. Pero hay muchas cosas en la vida sobre las que no se tiene control, y hay que aprender a lidiar con ellas. Hay que aprender a dejar ir, a perdonar, a seguir luchando sin importar lo mucho que el resto se oponga.
Cómo quisiera ser mejor de lo que soy, amar más, ayudar más, cuidar más mi salud. Luchar contra uno mismo no es cualquier cosa. Hay mucho de mí que no entiendo, hay mucho de mí que no conozco. Pero intento.
Cómo quisiera que este mundo no fuera tan difícil, ni para mí, ni para todos los que viven aquí. Pero no se puede. La vida es así, con sus leyes, con sus cambios.
Foto de National Geographic