¿Quién soy? vs. ¿Quién quiero ser?
¿Acaso puedo llegar a ser quien quiero ser sin importar quién fuí?
Muchas preguntas como siempre se hacen tumultos en mi cabeza. He pasado un verano muy intenso, un verano de esos que se viven en una burbuja, un verano intentando forjar ciertas cualidades en mi persona. Pero en verdad ¿qué tanto puedo moldearme?
Definitivamente no puedo empezar de cero, tengo que partir de la persona que soy, de lo que conozco de mi y detectar los defectos que quiero disminuir y las metas que quiero lograr.
¿Qué tan difícil es? no lo sé, lo único que sé, es que no es fácil, darme cuenta que no soy quien creo ser y de lo mucho que disto de aquél ideal que me he trazado no es algo muy fácil de sobrellevar. Aún me pregunto, en verdad es posible llegar a ser completamente quien uno quiere ser, o al final del camino ¿será suficiente con poder decir que se está satisfecho con quien se es?
Es una línea muy delgada la que divide el balance entre las espectativas muy altas que uno tiene trazadas y el estar satisfecho y conforme con quien uno es. Por algún lugar en esa línea se encuentra el equilibrio perfecto entre el idealismo y el realismo, el balance que me puede llevar a una vida mas plena.