A veces no entiendo por qué retrocedemos. Empezámos con gran ánimo, y la motivación tiempo a tiempo se va desvaneciendo. Y no entiendo por qué. Solo pasa. Me detengo. Te detienes. A veces pareciera que te ocupas. Como si tu trabajo a alguna otra cosa hiciera que te olvidaras de todo. Tal vez me equivoco. Tal vez soy yo la que en el fondo, inconscientemente, no desea arreglar el pasado.
Estuviste ahi antes que yo llegara. Tal vez no en todos los sentidos. Eso me da motivos para agradecer y algunos otros por desear. Desearía que hubiera sido diferente. Pero el pasado yo no puedo cambiarlo. Desearía que al menos ahora estuvieras ahi. Al mismo tiempo no se si yo pudiera o supiera qué hacer si eso pasara. Es como si tú fueras otra persona. No la que yo guardo en mi imaginación.
A veces no entiendo por qué no avanzamos. Y a veces en el fondo se que los dos tememos hacerlo, como si de alguna manera supieramos que es tarde para empezar a aprender. A la vez, muy dentro me hubiera gustado tenerte de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario