Curioso título, igual que la historia detrás de él. El año pasado estuve lavando ropa junto al hombre que aún se roba mis minutos. En una de las ocasiones echamos la ropa en su lavadora, y cuando íbamos a secarla, su secadora estaba ocupada, así que decidimos subir las escaleras y usar la secadora de mi apartamento. Cuando estaba guardando mi ropa, descubrí la ausencia de uno de mis calcetines, lo busqué por mi cuarto de lavado, el pasillo, y en la lavadora de aquél muchacho. La verdad lo di por perdido. Dos meses después me mude de casa y el regresó a su pais, y yo por extraña razón guarde el calcetín solitario.
La semana que pasó, durante mi primer viaje a aquél otro lado del mundo, lo primero que vi al llegar y dejar mi equipaje, fue mi calcetín perdido. Lo tomé y él me contó que esa mañana lo había encontrado en medio de su cuarto, así sin más ni más.
Es curioso cómo pasan las cosas, es curioso como hace 6 meses jamás creí que aquél calcetín perdido iba a ir a encontrarlo en el lugar que menos imaginaba, en un viaje que jamás pensé hacer. Ahora puedo usar de nuevo mi par de calcetines, curiosas las coincidencias de la vida.
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