Son muchas las noches que me han recibido con una fuerte dosis de insomnio. Este problema empezó en mi adolescencia, y con los años he aprendido a controlarlo, o al menos a sobrellevarlo. El problema no son tanto las noches, ya que cuando el insomnio ataca, me siento con mucha energía, pienso más rápido, hasta he terminado varios escritos en esas madrugadas. El problema mas bien, es el siguiente día, y un poco peor si es lunes. A trabajar en horario de oficina. Llego al edificio arrastrando el bolso, con la cara pálida. Ni siquiera el licuado con extra vitaminas puede reanimarme. Me esfuerzo por terminar el dia sin tomar una siesta, porque esto puede desatar una reacción en cadena en la cual no podré dormir en la noche de nuevo. Y literalmente todo el dia me siento como si fuera un zombie. En fin, ya mas tarde será otra noche, otra nueva oportunidad para descansar y poder tener mañana un mejor dia.
Foto de Juegos diarios
No hay comentarios:
Publicar un comentario